Joven barrilera que nació con una extraña enfermedad, hoy se codea con las mejores en Zapote

Saray Víquez Vargas llegó al mundo en julio del 2011, y aunque al nacer no se le detectó ninguna condición particular, sin embargo, a los tres meses de vida sus padres notaron que algo no andaba tan bien, ya que el lado izquierdo de su cuerpo no respondía adecuadamente. 

Esta pequeña al crecer en el vientre de su madre Susan, tuvo problemas en el desarrollo del lado derecho de su cerebro, y tras múltiples estudios se le diagnosticó una hemiparesia izquierda. 

La hemiparesia infantil es una disfunción motora que afecta un lado del cuerpo -izquierdo o derecho-, de origen neurológico y que puede repercutir en la autonomía y desarrollo del niño, ya que se caracteriza principalmente por menor rango de movilidad, fuerza y/o destreza del miembro afectado.

Sin embargo, esta situación más que afectar de manera negativa a sus padres, Salvador y Susan, los motivó a hacer todo para que su hija pudiera desarrollarse de la mejor manera, a pesar de vivir lejos de la GAM.

“No sé por qué Dios quiso que fuera así, Dios tenía un propósito para nosotros o para para la gente, Dios sabrá por qué, Saray es un super independiente, ella es muy inteligente, si le cuesta mucho a algunas materias, pero es muy inteligente”, contó su madre. 

Tras este diagnóstico, Saray creció entre médicos, terapias, pero también rodeada de amor, y una especial fascinación por los caballos, que inició con la equinoterapia, y progreso con monta, lazo y la posicionó como una importante barrilera en estos festejos de Zapote 2023. 

“A veces llegaba ella y me decía: mamá no puedo; no, mi amor, usted puede; papá, no puedo: sí, mi amor, usted puede hacer las cosas y así sucesivamente le fuimos dando todo ese proceso. A la edad de cuatro años nos hablaron un poco de la equinoterapia, sin embargo, aquí en San Carlos no había nada, solo había una muchacha Cindy que estaba como recibiendo un curso, (...) ella me dijo Susan prestámela para hacer mi proyecto, entonces de verdad empezamos a llevarla ahí, entonces ella tenía relación con los caballos, sí le gustaba mucho, lógico y ella es cualquier caballo, le encantan los animales todos los animales, ella vive por los animales, entonces ella tenía que hacerle toda esa terapia, que toque el caballo, que haga esto, que haga lo otro, y así todo ese proceso, entonces empezamos a llevarla ahí y ahí fue donde empezó”, detalló la mamá de Saray.