30% de las familias que reciben un bono de vivienda modifican su estructura

“Una vez que las familias reciben las viviendas hacen un cambio en la parte mecánica. Están acostumbrados, por ejemplo, a tomar las aguas de la lavadora y tirarlas al terreno o están acostumbrados a usar el fregadero en otro lado y lo trasladan de lugar y eso hace que las figuras y las piezas con las que se crearon, en ese espacio, dejen de funcionar”, detalló Marcial Rivera, Jefe de Gestión de proyectos del CFIA. 

Justamente, también el Ingeniero Rivera confirmó que no hubo hallazgos de afectaciones graves en la estructura, sin embargo, en muchas ocasiones sí encontraron tuberías PVC expuestas, lo que representa un riesgo pues, con un simple golpe, podría producirse una fuga. 

A grandes rasgos, según el presidente de este colegio, Olman Vargas, se ha visto una mejora muy significativa en las viviendas de este tipo, si se realiza una comparación de los informes arrojados hace 20 años. 

“De manera general, los datos que encontramos ahora, son muchísimo mejores de los que encontramos al inicio, hace 20 años cuando iniciamos con este proceso. Eso quiere decir que el Sistema Nacional de la Vivienda ha mejorado como un todo, hay una mayor calidad, una mayor calidad en las viviendas y hay una mayor certeza en las personas que se les da la vivienda”, comentó Vargas. 

Precisamente, en este informe, se determinó que el 98% de las viviendas que son entregadas, permanecen en manos de los beneficiados y no son alquiladas a terceros como en años anteriores. 

La mayoría de las personas beneficiarias son mujeres y su edad promedio es de 28 años. 

En total, el CFIA realizó una inspección a 238 viviendas de interés social.