Asma en niños: la enfermedad que llevó a 54 500 consultas en 2024
Especialistas advierten sobre la importancia del tratamiento para evitar crisis graves.
Durante el 2024, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) atendió 180 669 consultas por asma en sus servicios de Consulta Externa, con un promedio mensual de 15 000 atenciones. Los niños entre 5 y 14 años fueron los más afectados, sumando 54 516 consultas.
El asma es una enfermedad crónica que inflama y estrecha las vías respiratorias, provocando tos, sibilancias y dificultad para respirar. Aunque puede presentarse a cualquier edad, la infancia es una de las etapas más vulnerables, con crisis que pueden requerir atención médica urgente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 235 millones de personas en el mundo padecen esta condición.
En Costa Rica, factores como la humedad, la contaminación ambiental y la exposición a alérgenos como el polvo y los ácaros contribuyen al desarrollo del asma. De acuerdo con la neumóloga Lydiana Ávila, del Hospital Nacional de Niños, uno de cada cuatro niños costarricenses padece esta enfermedad, lo que la convierte en una de las afecciones respiratorias más frecuentes del país.
La especialista advierte que muchos casos graves de asma se deben a la falta de un tratamiento adecuado. "Las crisis asmáticas que llevan a hospitalización son prevenibles con el uso correcto de medicamentos como beclometasona, salbutamol y montelukast. Además, el uso de espaciadores mejora la eficacia de los inhaladores", explicó.
En 2024, se registraron 2 017 hospitalizaciones por asma bronquial, principalmente en niños entre 5 y 9 años (685 internamientos) y menores de cuatro años (676 hospitalizaciones). Estos datos evidencian la importancia de un diagnóstico temprano y un control efectivo de la enfermedad.
Las autoridades de salud insisten en que reconocer los síntomas es clave para evitar complicaciones. Entre las señales de alerta están la tos persistente, las sibilancias al respirar, la opresión en el pecho y la dificultad para respirar, especialmente en la noche o al hacer ejercicio. En casos graves, cuando los labios o uñas toman un tono azulado, la respiración es extremadamente difícil o los inhaladores no surten efecto, se recomienda acudir de inmediato a un centro médico.
El acceso a tratamientos y el seguimiento médico han permitido que muchos niños asmáticos logren llevar una vida normal. Andrea Altamirano, madre de Josué, un niño de cuatro años con asma, relató que el diagnóstico y el tratamiento continuo han evitado que su hijo sufra crisis severas. "Desde que sigue su tratamiento diario, no ha tenido que ser hospitalizado y puede jugar como cualquier otro niño", comentó.
Para reducir el riesgo de crisis asmáticas, los especialistas recomiendan evitar la exposición al humo del cigarrillo, sustancias del vapeo, polvo y cambios bruscos de temperatura. Además, un control médico regular y el apego al tratamiento son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes asmáticos.
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