CGR: Bajo uso de comprobantes electrónicos limita eficacia en control tributario

La Contraloría General de la República (CGR) dio a conocer una auditoría sobre el estado actual del Sistema de Comprobantes Electrónicos, que se utiliza como mecanismo de control en los impuestos sobre el valor agregado, ingresos y utilidades.

Este sistema, en teoría, debería desempeñar un papel fundamental en el fortalecimiento del control tributario en el país, ayudando a reducir el incumplimiento tributario, que en 2018 se estimó en un 5,0% del Producto Interno Bruto, equivalente a cerca de ¢1,8 billones de colones.

Baja Participación de Contribuyentes

El sistema de comprobantes electrónicos, aunque fundamental, no ha alcanzado su máximo potencial debido a la limitada cantidad de contribuyentes que lo utilizan. Este hecho reduce su eficacia como herramienta de control tributario.

Eficacia en Descenso

El informe de la CGR resalta hallazgos preocupantes sobre el sistema. En primer lugar, se observa que su eficacia ha disminuido, marcando un declive significativo durante el período 2021-2022. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema para lograr sus objetivos de control tributario.

Riesgos de Incumplimiento

Otro dato inquietante se relaciona con la gestión de riesgos de incumplimiento tributario. Según el informe, el porcentaje de obligados tributarios del IVA que no cumplen con sus obligaciones ha aumentado del 13.2% en 2021 al 24.3% en el primer semestre de 2023. Esto señala una tendencia al alza en la evasión fiscal en el país.

Evasión en Impuestos sobre Ingresos y Utilidades

Un incremento en la omisión de la declaración de impuestos sobre ingresos y utilidades se observa, pasando del 20.1% en 2021 al 24.7% en 2022. Este dato es particularmente relevante, ya que demuestra un desajuste entre los ingresos declarados y los activos de los contribuyentes.

El informe también resalta hallazgos específicos, como la sorprendente cifra de 60.934 obligados tributarios del impuesto sobre ingresos y utilidades que declararon cero impuestos o pérdidas, a pesar de tener ingresos brutos por ¢7.3 billones y activos por ¢19.4 billones.

En el caso del impuesto al valor agregado, aproximadamente 33.107 obligados tributarios declararon en cero, a pesar de registrar ventas de bienes y servicios gravados en el sistema de comprobantes, lo que sugiere la existencia de una actividad económica lucrativa.

Adicionalmente, el informe apunta a desafíos en la Dirección General de Tributación, ya que ejecuta menos de la mitad del total de las actuaciones fiscalizadoras programadas en el IVA (un 41%) que utilizan información de comprobantes electrónicos como insumo. Esto plantea cuestiones sobre la capacidad del gobierno para hacer cumplir las normativas tributarias.