La inspiradora historia de vida de María Isabel Ramírez y su legado
Domingo, 18 Febrero 2024.
Escrito por Andrea Salazar
Vecina de San Ramón sobrevivió al cáncer y tiene 19 años ayudando a otras personas con esta enfermedad.
La lucha contra el cáncer es una batalla personal para muchos, pero para María Isabel Ramírez, esta lucha se convirtió en una misión de vida después de enfrentarse cara a cara con la enfermedad.
Diagnosticada con cáncer de colon grado cuatro y con 14 ganglios infectados, a los 44 años, se enfrentó a un pronóstico devastador. Sin embargo, su fuerza interior y su deseo de cumplir sus sueños la llevaron a superar las expectativas médicas y a lograr cada uno de sus objetivos.
El renacer
El 23 de febrero de 2005, fecha de su operación y coincidentemente su cumpleaños, marcó un nuevo inicio para María Isabel. "Eso fue el 23 de febrero del 2005, es mi cumpleaños ahora es mi doble cumpleaños... Yo, cumplía 44 años ese día que me operaron", relata sobre este momento significativo, donde además le dieron solo 2 meses de vida.
A partir de ese día, enfrentó su enfermedad con una determinación férrea, prometiéndose no solo sobrevivir sino también cumplir tres grandes objetivos: fundar FUNCAVIDA, construir su casa, y profesionalizarse. Este triple logro no solo simbolizó su victoria personal sobre el cáncer sino también el inicio de una misión para ofrecer esperanza y apoyo a otros en situaciones similares; por lo que dos meses se convirtieron dos décadas de éxitos y amor al prójimo.
La fundación de FUNCAVIDA se inspiró en las necesidades y emociones que María Isabel experimentó durante su tratamiento, “¿En el camino fui viendo cual era mi necesidad mía? Yo nunca pensé en otra persona, yo pensé en mí. ¿Cuál es mi necesidad? Tengo miedo, estoy enojada, estoy enojada con Dios, estoy enojada con la vida porque me pasa esto a mí", expresa sobre el proceso introspectivo que la llevó a crear la fundación.
Reconociendo sus propios miedos y la necesidad de no sentirse sola, se propuso crear un espacio donde otros pacientes pudieran encontrar comprensión, apoyo, y comunidad. FUNCAVIDA nació de este deseo de compartir la lucha, de extender una mano a quienes enfrentan sus propias batallas contra el cáncer, asegurando que nadie tenga que caminar solo.
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