Mayoría de denuncias por violaciones quedan en nada

La mayoría de las denuncias por violaciones u otros delitos sexuales quedan en nada. Las estadísticas del Poder Judicial señalan que alrededor de un 65% de los casos que entran, son sobreseídos o desestimados por juzgados penales, lo cual genera una sensación de impunidad alrededor de estos ilícitos.

No conforme con esto, los asuntos que sí llegan a ventilarse en un juicio, corren con una suerte similar: Alrededor del 40% de los encausados son absueltos.

"En cuanto a la terminación de los procesos, entre desestimaciones y sobreseimientos, sale casi un 65% de los casos que ingresan. Todos los que llegan a juicio -que es un porcentaje muy pequeño-, alrededor de 40% son absueltos y sobreseídos", dijo Jeannette Arias, del Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial. 

Según los expertos, esta gran impunidad obedece a dos factores: el primero es que el proceso es sumamente garantista con el imputado, pero no así con la víctima.

"Por ejemplo, el tema de la representación legal. Ese es uno de los grandísimos temas: a imputados se les asigna un defensor público que es de los mejores en Latinoamérica, pero víctimas no tienen representación legal porque el Ministerio Público no representa, sino que ejerce acción penal pública y con objetividad, así que, generalmente sucede que se aparta de intereses de víctima y eso significa que no la está representando", acotó Arias.

Otro de los factores que inciden en que estos asuntos terminen de esta manera es la lentitud de los procesos, ya que hay casos que tardan hasta diez años en resolverse, lo cual hace que la víctima deje botado el proceso debido a la revictimización que eso representa.  

"El tema de los altos tiempos de duración de los procesos incide en que no se apeguen al proceso. El tema de la dependencia económica con el agresor también (...)  ya que cuesta conseguir prueba o que la familia relate lo que pasa porque dependen de esa persona que está agrediendo", señaló la experta.

Ante esto, las autoridades están conscientes de que deben tomar medidas al respecto para mejorar la atención y el apoyo que se le brinda a la víctima de un delito sexual, máxime que generalmente las ofendidas son menores de edad.