Seguridad digital de grandes empresas depende de pequeños detalles de sus colaboradores
Las copias de seguridad permiten a las compañías seguir operando en caso de un incidente o ataque digital.
Cifras de Kaspersky revelan que el costo promedio de un incidente de fuga de datos asciende a $1.23 millones de dólares para las grandes empresas y a $120,000 dólares para los pequeños negocios, lo que destaca la necesidad de que las organizaciones sigan adoptando una protección proactiva de su información, iniciando por medidas básicas como copias de seguridad.
Expertos de Kaspersky resaltan la importancia de respaldos de seguridad para evitar interrupciones operativas, multas y daños de reputación. Cuando un trabajador usa la misma clave de su equipo en el trabajo para abrir su Facebook esto representa un serio problema para la compañía.
Las copias de seguridad permiten a las compañías seguir operando en caso de un incidente o ataque digital.
Crear varias copias de seguridad de datos críticos utilizando diferentes tipos de almacenamiento es la primera trinchera contra un ciberataque. Guardar los archivos originales y sus copias de seguridad en el mismo lugar podría llevar a su organización a perder todo en un solo incidente.
Los expertos recomiendan que se realicen al menos dos copias de seguridad: una local en un disco duro externo y otra en una ubicación segura en la nube. Es importante utilizar herramientas extraíbles o externas, en lugar de que estén conectados al sistema. De este modo, la copia de seguridad estará protegida frente a borrados accidentales y amenazas de malware.
Las copias deben hacerse especialmente con datos sensibles, como registros financieros o información de identidad personal de clientes y colaboradores, por ejemplo, números de seguridad social, que pueden conducir al robo de identidad.
Las copias de seguridad son absolutamente necesarias, pero deben hacerse correctamente, con cuidado y con ensayos de recuperación. Es importante capacitar a los empleados con conceptos básicos de ciberseguridad entre ellos, la importancia de no mezclar la información corporativa con la personal. O no atender promociones o correos dudosos en los dispositivos de la organización.
En el caso de las grandes empresas, estas deben utilizar herramientas adaptables contra amenazas avanzadas dirigidas y que ofrecen tecnologías especializadas que bloquean automáticamente la mayoría de las amenazas y protegen contra amenazas evasivas.
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