
▶︎ Vídeo Neumonía: diagnóstico y tratamiento
La neumonía es una infección que afecta a los pulmones, inflamando los sacos de aire (alvéolos) y llenándolos de líquido o pus. Esto dificulta la respiración y puede provocar síntomas como fiebre, tos, dolor en el pecho y fatiga extrema. Puede ser causada por bacterias, virus, hongos o incluso por la inhalación de sustancias nocivas.
El diagnóstico de neumonía suele incluir un examen físico, radiografías de tórax y análisis de sangre para identificar la causa. El tratamiento depende del origen de la infección: los antibióticos son efectivos para las neumonías bacterianas, mientras que las neumonías virales suelen mejorar con cuidados de soporte, como descanso, hidratación y medicamentos para reducir la fiebre.
La prevención es clave para reducir el riesgo de neumonía. Vacunarse contra la gripe, el neumococo y otras enfermedades respiratorias es una medida eficaz. También es importante mantener buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto con personas enfermas y llevar un estilo de vida saludable para fortalecer el sistema inmunológico. Si tienes síntomas persistentes o graves, consulta a un médico para evitar complicaciones.